Esta obra involucra danza y artes visuales. Plantea impedimentos que las personas enfrentan para interactuar consigo mismas y colectivamente. Abordamos los enredos desde lo segmentado, conectable, modificable.

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Tenemos cuerpos diferentes que remarcan lo diverso de la sociedad. Trabajamos en la presencia del cuerpo y cómo se involucra con otros cuerpos. Es una desconstrucción de la belleza a partir de las protuberancias de cuerpos grotescos y deformes.

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La coreografía muestra cómo se desconstruye la belleza a partir de cuerpos deformes en una sociedad donde las personas tenemos características diversas.

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Provocamos enredos imprevisibles en el cuerpo. Es una situación de vulnerabilidad. Nos adaptamos con nuestros puntos de apoyo al espacio con el cual entramos en contacto. 

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Los vestuarios de los cinco personajes son todos diferentes, y constan de capas de hule espuma que crean protuberancias combinadas con medias, tramos de cuerda de algodón y telas con estampados vistosos. Esta ropa inusual restringe nuestros movimientos. Esto obliga a los cuerpos a encontrar maneras novedosas de moverse y puntos de apoyo inusuales, lo cual nos orilla a un riesgo real.